El Daimon contiene un elemento
benéfico de poder, de maná funcional, la fuerza que configura la vida de una persona desde el interior y le hace afortunado
o desafortunado, no un destino asignado desde el exterior.
El Daimon refleja el patrón entero de la vida de
una persona. Cuando un determinado mito resuena con los patrones arquetípicos de un horóscopo individual, ese mito puede introducirse
en la vida de una persona y adherirse a ella como un Daimon. De esta forma las
figuras mitológicas son los aspectos activos de nuestro destino, los daimones, y acercamos al mundo externo a nuestro propio
mitos hasta el punto de que los mitos del mundo externo están configurados a los nuestros. Así, del mito, creamos nuestro
propio destino
|