
Para los egipcios el cangrejo era un escarabajo pelotero y era
símbolo de la inmortalidad y autocreación, llamado Khepri –el que sale de la tierra-
equiparado con el dios Aton, una forma del dios solar. Representa la primera manifestación
de la vida, la entrada del espíritu en un cuerpo físico. Su daimon es buscar
la fuente divina, el origen del hombre, que aparece tanto en el nacimiento antes
de la separación física y del nacimeinto como al final de la vida.
Cáncer presenta dos facetas relevantes: la Madre Terrible que
quiere mantener el control de la naciente individualidad y el Padre Divino, fuente
de vida, hacia el que aspira el individuo. El clásico complejo materno de cáncer no
tiene que ver con la madre personal, si no que es el primer paso hacia una búsqueda
gradual de una fuente interna, aunque en distintas etapas de su vida cáncer buque
este origen en la madre personal, masculina o femenina, que cuide de él y elimine su
miedo, su soledad y su sensación de aislamiento. Se mueve en el dominio de las imágenes
informes que el artista da a luz, por lo que se le asocia con el poeta, el artista
y el músico. Cáncer, como el agua, cambia fluidamente de una forma a otra y así vive
en un mundo en el que nada es igual que cinco minutos antes. Cuando hay hijos,
dirige hacia ellos su creatividad, cuando no los hay, dirige su actitud hacia su propia
creatividad, no permitiendo que salga de él nada que le desagrade, nada que
no sea divino. La lucha por liberarse pone en peligro la propia vida y quizás suponga
la muerte en algunos niveles para alcanzar la libertad en otros. El esfuerzo es frecuentemente
el acto que libera el potencial de la imaginación creativa, aunque hay algunos que
prefieran el confort de la dependencia de la Madre sacrificando de este modo el potencial
que podrían haber alcanzado. En ocasiones una profunda pérdida emocional es lo que
lleva a Cáncer a llevar a cabo una confrontación abierta con la vida. El lado
oscuro es el vínculo abrumador con la madre, que ahoga el potencial individual;
el lado luminoso es la capacidad para dar luz a las imágenes del inconsciente.
En la mitología griega el reino del océano, origen de la vida,
pertenece a la diosa Tetis, una benéfica dadora de vida y también un monstruo.
Su predecesora en la mitología babilónica es el monstruo marino Tiamar, que
murió a manos del dios del fuego Marduk y de cuyo cuerpo desmembrado se originó
toda la creación. Tetis no es sólo dios, sino también las aguas conteniendo en sus profundidades
a los principio masculino y femenino. Poseidón quería cortejar a Tetis pero le profetizaron
que un hijo de Tetis sería más grande que su padre, por lo que la decisión del Olimpo fue que Tetis se casara con un hombre llamado Peleo, de cuya unión nació el héroe Aquiles, que lleva en sí todas las marcas de cáncer. Tetis dio a luz a siete hijos pero su naturaleza no le permitía soportar la idea de que eran mortales por lo que quemó la carne mortal de seis de ellos. Peleo consiguió rescatar a Aquiles, sujetándole de los talones que permanecieron mortales. Las Parcas le habían profetizado que o moriría joven y alcanzaría la gloria o que viviría mucho tiempo una vida oscura. Su madre prefería la última, pero Aquiles optó por la primera. Tetis tomó parte activa tratando
de impedir que Aquiles fuera reclutado para ir a Troya, quiso protegerlo disfrazándolo
de mujer, Ulises lo descubrió y lo mandó a la guerra. Durante la lucha Aquiles
se ve visitado varias veces por la diosa, la cual le llevaba ropas, nuevas corazas, etc. Sólo la
muerte de su amigo Patroclo motivó a Aquiles a luchar.
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